Sandía

Qué es la sandía

La sandía (Citrullus Cuccumis) es una planta originaria de África tropical, específicamente del valle del Nilo.

No se conoce exactamente cuando comenzó a cultivarse, el primer documento escrito habla de una cosecha de sandías hace ya más de 5000 años en el antiguo Egipto, como lo demuestran algunos jeroglíficos, esta fruta parece que se colocaba en las tumbas de los faraones, como símbolo de alimento para la vida futura.

En el siglo X la sandía llegó a China, que actualmente es el principal productor y posteriormente fue introducida en Europa alrededor del siglo XIII, durante el período de las Cruzadas.

Cómo elegir las sandías

La sandía no es una fruta fácil de elegir, no es simple determinar si estará sabrosa o no, pero hay algunas pistas que nos pueden ayudar:

- Elegir un ejemplar sólido, pesado, de aspecto ceroso, pero un poco opaco. Buscar en su superficie una zona más clara y amarillenta, este es el punto donde se apoyó la sandía en el suelo, mientras  maduraba, si decoloración no está presente, significa que la fruta fue cosechada demasiado pronto, por lo que no estará madura.

- Otra prueba consiste en golpear la sandía con la palma de la mano o los nudillos: si el sonido que se produce es sordo, indica que la fruta está madura y llena de agua.

Como conservar la sandía

La sandía fresca, una vez abierta, debe presentar la pulpa crocante y jugosa, de color rojo brillante y sin vetas o puntos blancos.

La sandía, se debe almacenar en un lugar fresco hasta que se corta, luego guardar en la nevera cubriendo adecuadamente la pulpa con una envoltura de plástico, para protegerla de la acción del frío y evitar los que se contamine con otros olores.

No deje que la sandía fuera de la nevera durante varios días, ya que el calor externo acelera la maduración y hace que la pulpa se torne harinosa y fibrosa; la sandía almacenada en el refrigerador se mantendrá más tiempo y será muy refrescante.

Usos de la sandía en la cocina

La sandía se consume generalmente fresca, cortada en trozos o en rodajas, o se puede añadir a ensaladas. Con la pulpa también se preparan sorbetes, helados y jugos. En Rusia también se produce un vino muy particular. Con la pulpa de la sandía, luego de quitarle las semillas, se preparan mermeladas y confituras.

La sandía es rica en agua (92%), contiene vitamina C y potasio en dosis mínimas. Es muy saciante y refrescante, y su aporte calórico casi inexistente, por lo que se indica en dietas de adelgazamiento. Puede llegar a ser indigesta si se consume después de las comidas debido a la gran cantidad de agua que contiene; también evitar el consumo de las semillas, debido a que tienen un efecto purgante.

Curiosidades

En Japón, con el fin de aumentar la exportación de esta fruta, y ante la dificultad de almacenarla en los barcos debido a su forma, decidieron cultivar sandías en recipientes de vidrio templado, que al crecer toman la forma del recipiente, es decir, cúbica, de esta manera, puede ser transportada y almacenada de una forma más sencilla y práctica. La idea surgió de un grupo de agricultores de la región de Zentsuji, el único problema es el precio... una sandía cúbica, puede costar entre 80 y 100 euros!

Información nutricional de la sandía por cada 100 gr.:

Energía: 28.4 Kcal
Proteínas: 0.63 g.
Hidratos de carbono: 5.6 g.
Fibra: 0.4 g.
Lípidos: 0.3 g.
Colesterol: 0 mg.
AGP (Ácidos grasos poliinsaturados): 0.1 g.
AGS (Ácidos grasos saturados): 0.1 g.
Vitamina A: 35.4 µg.
Vitamina B1: 0.03 mg.
Vitamina B2: 0.03 mg.
Vitamina B6: 0.07 mg.
Vitamina C: 6.3 mg.
Calcio: 6.7 mg.
Sodio: 2 mg.
Ácido fólico: 4.6 µg.
Retinol: 0 µg.
Yodo: 1.5 µg.
Potasio: 100 mg.
Fósforo: 9 mg.