Es una fruta que se puede consumir fresca en verano y otoño, pero también se puede encontrar disecada durante todo el año.
Su sabor es ligeramente ácido (debido a la presencia de ácido málico) con un efecto laxante discreto, gracias a la presencia de una sustancia, la difenil-isatina, que desempeña una función estimulante en el intestino. Contiene una buena cantidad de potasio y calcio, y una buena cantidad de Contiene vitaminas A, B1-B2 y C y algunos minerales: potasio, fósforo, calcio y magnesio. La pulpa de la ciruela es útil para el hígado ayudando al proceso de la secreción de bilis.
Las ciruelas secas tienen una alta concentración de azúcares y minerales y un contenido calórico mucho más alto que el de la fruta fresca (240 Kcal contra 51.8), también contiene menos vitaminas que aquellas.
Información nutricional cada 100 gr.
Energía: 51.8 Kcal
Proteínas: 0.63 g.
Hidratos de carbono: 10.2 g.
Fibra: 1.6 g.
Lípidos: 0.17 g.
Colesterol: 0 mg.
AGP (Ácidos grasos poliinsaturados): 0.078 g.
AGS (Ácidos grasos saturados): 0.022 g.
AGM (Ácidos grasos monosaturados): 0.052 g.
Vitamina A: 64.7 µg.
Vitamina B1: 0.072 mg.
Vitamina B2: 0.043 mg.
Vitamina B6: 0.045 mg.
Vitamina C: 5.4 mg.
Calcio: 8.3 mg.
Sodio: 1.7 mg.
Ácido fólico: 2 µg.
Yodo: 1.4 µg.
Potasio: 177 mg.
Fósforo: 17 mg.
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