Arrollado de moka y avellanas

Cómo hacer Arrollado de moka y avellanas

Tostar las avellanas en una sartén sin grasa, sobre fuego moderado, moviéndolas para que se doren en forma pareja. Moler la tercera parte de las avellanas tostadas y reservar el resto enteras.

Batir las 5 yemas con 60 gr. de azúcar, pizca de sal, la cascara rallada de limón y dos cdas. de agua tibia.

Mezclar la harina, la maicena y las avellanas molidas.

Batir las claras a punto de nieve suave, agregar el azúcar restante y seguir batiendo hasta tener un merengue firme.

Mezclar el merengue con las yemas, alternando con los ingredientes secos.

Echar la masa en una chapa de horno tapizada con papel impermeable enmantequillado y cocinar en horno caliente durante unos 10 minutos.

Desmoldar el bizcochuelo sobre un paño de cocina espolvoreado con azúcar y arrollarlo envolviéndolo con el paño; dejarlo enfriar así, sin el papel.

Remojar la gelatina en agua fría y disolverla sobre agua caliente, revolviendo.

Mezclar las yemas con pizca de sal, el azúcar y el agua tibia con el café y el coñac. Añadir la gelatina y luego la nata batida y mezclar bien.

Desenrollar el bizcochuelo, untarlo con la crema de moka, dejando un extremo de dos dedos, libre. Arrollarlo suavemente, envolverlo nuevamente en el paño y ponerlo a enfriar.

Hacer un caramelo con el azúcar indicado, agregar las avellanas y mezclar bien; echarlo sobre una mesada enmantequillada y dejar enfriar. Machacar con el palo de amasar para obtener el crocante.

Desenvolver el arrollado, untarlo con la crema batida y hacer adherir el crocante molido. Mantener el postre al frio hasta el momento de servir.