Con el bicarbonato se puede preparar una especie de polvo de hornear para preparaciones dulces y saladas, mezclando un cuarto de cucharadita de bicarbonato de sodio con 125 gramos de yogur, o alternativamente mezclando un cuarto de cucharadita de bicarbonato de sodio con media cucharadita de vinagre o jugo de limón.
Para obtener buñuelos ligeros y esponjosos, sólo hay que añadir una pizca de bicarbonato de sodio a la leche utilizada para la base de la masa. Mientras que en el caso de que queramos tortillas más suaves, añadir una cucharadita de bicarbonato cada tres huevos.
El bicarbonato de sodio también se puede utilizar para limpiar frutas y verduras, disuelto en el agua de lavado o directamente en la piel del vegetal que luego se frotar suavemente.
Otro uso del bicarbonato de sodio es mitigar el olor de cocción de la coliflor, si se añade una cucharadita al agua de hervor. Se puede utilizar para eliminar el amargo de los nabos y otras verduras, alcanza con media una cucharilla; agregando una pizca al cocinar frijoles se eliminan los efectos secundarios de los gases intestinales, mientras que una pizca en la salsa de tomate reduce su acidez.
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